El 1° de mayo se rememora el Pronunciamiento del general Justo José de Urquiza sobre el gobierno de Rosas (173 años) y la sanción de la Constitución Nacional (171 años). Estos hitos históricos marcaron la organización republicana del país, liderada e impulsada por el entrerriano, vencedor en la Batalla de Caseros.
Escribe: Lic. Claudio Cañete
Entre el 1° de mayo de 1851 hasta el 1° de mayo de 1853, se conforma una etapa donde también están incluidos como hechos fundamentales, la Batalla de Caseros el 3 de febrero de 1852 y el acuerdo de San Nicolás celebrado el 31 de mayo de ese mismo año, el cual daría paso a la sanción de la Carta Magna.
Posteriormente sería el inicio de la Confederación Argentina, con 13 provincias y su capital provisoria en la ciudad de Paraná; y el general Urquiza asumió como primer presidente constitucional de los argentinos, estableciendo así el rumbo hacia la organización nacional del país. En tanto que Buenos Aires se había autoexcluido porque desaprobaba el Acuerdo.
En contra de la tiranía rosista
En 1851 el gobernador de Entre Ríos emitió un decreto conocido como el Pronunciamiento de Urquiza, en el cual aceptaba la renuncia del gobernador de Buenos Aires, Juan Manuel de Rosas, a la conducción de las relaciones exteriores, y reasumía esas funciones para su provincia. El conflicto era en esencia económico: Entre Ríos y el resto de las provincias legítimamente querían participar de la renta aduanera de Buenos Aires, entendiendo que todas ellas contribuían a su formación. Urquiza también venía reclamando la libre navegación de los ríos -necesaria para el florecimiento de la economía provincial-, ya que permitiría el intercambio de su producción con el exterior sin necesidad de pasar por la aduana de Buenos Aires. Por otra parte, corría un gran malestar ya que las provincias eran respetadas siempre y cuando admitieran la hegemonía porteña y rindieran obediencia al dictador. Caso contrario, Rosas sofocaba cualquier expresión de resistencia. Urquiza comenzó así un enfrentamiento con el gobernador de Buenos Aires que concluiría en febrero de 1852, con la derrota de Rosas en la batalla de Caseros.
El Pronunciamiento
Tras una serie de consideraciones, uno de los puntos del Pronunciamiento sostiene que “que es la voluntad del pueblo entrerriano reasumir el ejercicio de las facultades inherentes a su territorial soberanía delegadas en la persona del excelentísimo señor gobernador y capitán general de Buenos Aires, para el cultivo de las relaciones exteriores y dirección de los negocios generales de paz y guerra de la Confederación Argentina, en virtud del tratado cuadrilátero de las provincias litorales, fecha 4 de enero de 1831”. Otro de los aspectos señalados establece “que una vez manifestada así la libre voluntad de la provincia de Entre Ríos, queda ésta en actitud de entenderse directamente con los demás gobiernos del mundo, hasta tanto que congregada la Asamblea Nacional de las demás provincias hermanas, sea definitivamente constituida la república”. Por último, establece que se comunique a quien corresponda la determinación y se publique “en todos los periódicos de la provincia e insértese en el Registro Oficial”.
Justo J. de Urquiza – Juan Francisco Seguí (secretario)
1º de mayo de 1851 (Fuente: Urquiza. Su testamento histórico, político y moral. Editorial de Entre Ríos, pág.31- 32, Paraná, 2001)
Pirámide levantada por orden de Urquiza en la plaza Ramírez de Concepción del Uruguay (Entre Ríos) donde tuvo lugar el 1º de mayo de 1851 el Pronunciamiento del vencedor de Caseros (Archivo General de la Nación Argentina).
Carta Magna
El 1º de mayo de 1853 los diputados de las provincias (excepto los de Buenos Aires), reunidos en Santa Fe, sancionaron la Constitución Nacional, en respuesta a una necesidad que surgió tras la Revolución de Mayo. Su objetivo era constituir la unión nacional, afianzar la justicia y consolidar la paz interior.
Una Constitución es un documento sumamente importante, puesto que expresa los propósitos del Estado que funda, y los valores y expectativas de sus habitantes. La Constitución Nacional funciona como ley fundamental y suprema. Ella contiene las leyes acordadas para convivir respetándonos unos a otros, y regular la organización y el ejercicio del poder para garantizar a cada ciudadano y ciudadana el cumplimiento de sus derechos.
El Acuerdo de San Nicolás, pacto firmado en 1852 por los representantes de las provincias que conformaban en aquel entonces la Confederación Argentina, buscaba sentar las bases de la organización nacional. En dicho documento, los delegados provinciales afirmaron que tenían por objetivo reunir “[…] un Congreso General (para) sancionar la constitución política que regularice las relaciones que deben existir entre todos los pueblos argentinos, como pertenecientes a una misma familia […].” Por ello, se considera al Acuerdo como precedente de nuestra Constitución.
Así, reunidos en Santa Fe el 1 de mayo de 1853, los representantes de dichas provincias -a excepción de Buenos Aires, que no ratificó el Acuerdo y se separó de la Confederación- sancionaron la primera Constitución Nacional.
La reforma de 1994
Cabe destacar que la Constitución Nacional tuvo su última reforma en 1994. El proyecto surgió a partir del consenso entre las dos fuerzas partidarias mayoritarias de ese momento: el Partido Justicialista y la Unión Cívica Radical.
En su conjunto, la reforma no cambió los principales contenidos de la Constitución de 1853, aunque modificó parte de la estructura institucional e incorporó nuevos derechos, a partir del reconocimiento de jerarquía constitucional a los tratados internacionales sobre derechos humanos.
El acuerdo, posteriormente convertido en la ley 24.309, incluyó un núcleo de coincidencias básicas, como: elección directa del presidente y vicepresidente e inclusión del ballottage; elección directa de tres senadores (de los cuales uno debería representar a la minoría); elección directa del Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires; reducción del mandato presidencial a cuatro años; única posibilidad de reelección presidencial; creación del cargo de Jefe de Gabinete de Ministros; creación del Consejo de la Magistratura y acuerdo del Senado por mayoría absoluta para la designación de los jueces de la Corte Suprema. (Fuente: Ministerio de Cultura de la Nación)
Acuerdo de San Nicolás
El Acuerdo de San Nicolás se firmó el 31 de mayo de 1852 y fue el primer precedente de la Constitución de 1853. Tras derrotar a Juan Manuel de Rosas en la Batalla de Caseros, el General Justo José de Urquiza reunió a los gobernadores de las provincias argentinas para realizar un acuerdo con el fin de sentar las bases de la organización nacional de Argentina. Ese acuerdo fue el primer precedente de la Constitución de 1853.
Los diecinueve artículos del convenio sintetizaban la gran conquista. El Acuerdo reconocía como punto de partida el Pacto Federal, convocaba al congreso general constituyente -integrado por dos diputados por cada provincia- fiaba la elaboración constitucional al saber, la conciencia y el patriotismo de cada legislador, como también a sus sentimientos puramente nacionales, confería a Urquiza el manejo de los negocios del Estado bajo el título de Director Provisorio de la Confederación, debiendo velar por la tranquilidad general del país, debía proveer los recursos para la marcha normal de la administración, asegurar la libre navegación de los ríos y el libre tránsito en todo el territorio argentino y garantizar el eficaz funcionamiento del Congreso General Constituyente, al mismo tiempo que la absoluta independencia de juicio de sus miembros.
El rechazo de Buenos Aires radicó en que las provincias tuvieran el mismo número de diputados y a que se realizara el Congreso en Santa Fe, ya que no podría controlarlo ni imponer sus ideas. Además, se opuso a que un caudillo del interior, como lo era Urquiza, fuera nombrado Director Provisorio de la Confederación Argentina. Tampoco aceptaba que las provincias aportaran un porcentaje de lo recaudado por su comercio exterior al mantenimiento del gobierno, porque, de ese modo, Buenos Aires sería la provincia que más aportaría. (Fuente consultada: Museo y Biblioteca Casa del Acuerdo).