Unos 200.000 libros constituyen el patrimonio aproximado de los distintos fondos bibliográficos de la institución. El mantenimiento es una tarea permanente y consiste en la conservación y restauración de los ejemplares. De esta manera, se garantiza que el público pueda acceder a este valioso patrimonio entrerriano.
La Biblioteca Provincial, organismo dependiente de la Secretaría de Cultura de Entre Ríos, está especializada en Literatura, Sociología y Lingüística, entre otras disciplinas. Su importante patrimonio bibliográfico y documental es producto de significativas donaciones de grandes figuras entrerrianas como Marcelino Román, Elio C. Leyes, Beatriz Bosch y Antonio R. Turi, entre otros, que conforman los fondos más importantes.
Con los años, se ha ido nutriendo de sucesivas y diversas donaciones y en la actualidad dispone de un Fondo General y un Fondo de Autores Entrerrianos. Sus estantes en apariencia interminables, resguardan las bibliotecas personales de figuras destacadas de la cultura, que han sido donadas en vida por ellos o a través de sus familiares. La Biblioteca no los brinda en préstamo sino exclusivamente para consulta en sala.
Paciencia y compromiso
Gustavo Romero es uno de los integrantes del equipo de trabajo de la Biblioteca y se encarga de las tareas de conservación y la restauración de los libros. Ingresó en 1986, cuando la Biblioteca todavía funcionaba en el actual solar de la Sala Antequeda, a pocas cuadras de la sede actual, sin edificio propio. En 1987 se trasladó a su dirección actual de Av. Alameda de la Federación 278. Romero, junto a sus compañeros, fue testigo privilegiado de aquel hecho que marcó un antes y un después para la Biblioteca. En la oportunidad, tuvo la tarea de embalar los paquetes de libros para la tan esperada mudanza, reflexionar y acercarse al hecho de entender que un libro roto o en malas condiciones es un mundo que se pierde de estar al alcance de la mano.
Gustavo fue incorporando el oficio, movilizado por el compromiso que requería el mantenimiento de libros, cartas y otros testimonios en papel, que merecen la atención casi permanente.
“Es una pasión y un compromiso, hay que contar con muchas paciencia y tener los materiales, los mejores posibles para trabajar”, contó mientras en su mesa del taller termina los últimos retoques a un ejemplar de “El General Urquiza 1843-1852. La Campaña de Caseros”, por el General José María Sarobe. Vol. II de la Biblioteca Dr. Sergio Montiel. En breve el público podrá consultarlo, y disfrutar de su buena encuadernación.
Concretamente Gustavo comenzó en el año 2000 a restaurar y hacer tareas de conservación de libros; ya como su rol definido dentro de la estructura del personal; desde entonces se capacitó, hizo cursos, para mejorar sus técnicas.
Un patrimonio que crece cada vez más
La Biblioteca tiene un patrimonio de 200.000 libros aproximadamente, a lo que hay que sumarle cartas, documentos, cuadros; de los cuales 120.000 están cargados en la base de datos y el resto falta incorporarlos. Según Romero, son volúmenes que van ingresando de grandes donaciones. El trabajo es constante.
“El 31 de octubre se cumplirán 50 años de su creación y 36 años en que funciona en esta casa, son tantos años de carrera que la Biblioteca es como mi casa”, expresó Gustavo Romero.
“El trabajo incluye diversos procedimientos, como por ejemplo ordenar los fondos bibliográficos, el armado de estanterías y otros mobiliarios para su ubicación, el control periódico de su estado, el control de humedad en el ambiente, el estado del papel de cada ejemplar, y rearmarlo si está desarmado, revisarlo si tiene insectos y hongos, por lo cual hacemos desinfección cada cuatro o cinco meses”, describió.
Contó también que en 2001, junto con otros compañeros del Archivo General y museos, mediante capacitaciones, se formó una red, un equipo que pudiera trabajar mancomunadamente en situaciones de siniestros con fuego o agua, contando con la competencia necesaria para actuar en casos extremos donde el patrimonio documental está amenazado por derrumbes, llamas y agua.
Cómo se aborda un fondo bibliográfico que ingresa
Romero explicó que cuando llega un fondo en donación hay que evaluar las condiciones: en qué tipos de paquetes, cajas, y si sus envoltorios traen humedad, si traen hongos, para evitar que por otro lado “contagien” a las demás colecciones.
Por otra parte se realiza un avalúo del ejemplar: qué necesita, si tiene hojas rasgadas, cuadernillos descosidos, si está desprendido el lomo. Y allí comienza la intervención. Se les agrega pegamento, se les saca polvillo con distintos tipos de pinceletas; la limpieza básicamente es eso, pero lleva más tiempo si hay que coserlos, pegarlos, y esperar cuando hay más humedad, porque el engomado no seca enseguida.
Por otra parte se trabajan cartas, documentos y se recuperan fotografías, láminas y soportes de cuadros. Muchos libros vienen pegados de manera casera con cinta autoadhesiva aislante, cinta “scotch” en el mejor de los casos, es una tarea delicada, porque dejan mucho engomado que es muy difícil de sacar.
Historia
El origen de la institución está unido a la colección de libros reunida por el Profesor Antonio Serrano, quien entre 1973 y 1974 donó su biblioteca particular bajo los principios de conservación y registro de la Provincia expresando: “Que son mis deseos que está biblioteca sea la base para la formación de la Biblioteca Pública de la Provincia de Entre Ríos que deberá quedar constituida a partir de esta donación… Se deberá seguir igualmente el mismo temperamento con mis anaqueles que contienen los libros y que forman parte asimismo de la biblioteca”.
El solar donde funciona la Biblioteca Provincial es la unión de dos viviendas construidas hacia 1870.
La Biblioteca ofrece una galería virtual, con material para consultar online, a los que se puede acceder ingresando a www.entrerios.com.ar/biper y encontrar obras de Juan L. Ortiz, Marcelino Román, Alberto Gerchunoff, Manual Galvez, Juan J. Manauta, Marta Zamarripa y Ema Barrandeguy.