Esta semana, 400 estudiantes con sus docentes disfrutaron de las funciones de cine en seis escuelas de cuatro comunidades de los departamentos Paraná y Nogoyá. Curiosidad, emoción y aprendizaje fueron parte de la experiencia vivida por niños y adolescentes.
El programa Cine en la Escuela de la Secretaría de Cultura de Entre Ríos continuó esta semana con un recorrido a lo largo de tres días por establecimientos de la provincia. Unos 400 niños y adolescentes con sus docentes fueron protagonistas de seis funciones de cine en escuelas de los departamentos Nogoyá y Paraná.
El martes 25 se desarrollaron tres proyecciones junto a Escuelas Nº 10, XX de Septiembre, y Nº 5, Ayacucho, de la localidad de XX de Septiembre, Departamento Nogoyá.
El miércoles, se realizaron dos funciones con las Escuelas Nº 66, Miguel Poletti, y Nº 77, Antonio Sagarna, de María Grande Primera, Departamento Paraná. Es la primera vez que el programa que difunde cine nacional y regional, a través del Instituto Audiovisual de Entre Ríos (IAER), organismo dependiente de la Secretaría de Cultura, llegó a dicha localidad.
Y el jueves, hubo una proyección conjunta con las Escuelas Nº 63, Yapeyú, y Nº 63, El Ramblón, de las comunidades Paso de la Arena y El Ramblón. La función se realizó en las instalaciones de la primera escuela, siendo la primera vez que el equipo del IAER visitó dicho paraje.
Cabe destacar que el programa Cine en la Escuela, desde que se inició, llegó a establecimientos de siete departamentos de la provincia: La Paz, Villaguay, Colón, Tala, Gualeguay, Paraná y Nogoyá.
La agenda de funciones que implementa la Secretaría de Cultura de Entre Ríos, a través del IAER, lleva adelante el criterio de priorizar la accesibilidad a escuelas rurales y urbanas de la provincia.
Fabián Muteverría, integrante del IAER, rescató la emotividad que generan las visitas: “Armar la pantalla y prender el proyector es un momento especial, porque aportamos a la difusión de nuestro cine y a la sonrisa, la sorpresa, la creatividad y el aprendizaje de los gurises y sus escuelas rurales”.
Y agregó que “en cada lugar, la llegada del Programa representa un acontecimiento. Niños, jóvenes, familiares, docentes y vecinos se organizan para que la jornada sea inolvidable y contribuya a sus vidas cotidianas”.
El integrante del equipo del programa destacó la emotividad con que se vive la experiencia y la curiosidad que genera en los más chicos: “En Paso de la Arena, los chicos más grandes de la secundaria hicieron tortas fritas y pochoclos. El día anterior, en María Grande Primera, Ramiro, uno de los integrantes de primer grado, nos acompañaba en el armado y nos preguntaba cómo llegaba la imagen y qué tamaños de pantallas existían”.