Una delegación de Viale participó de la presentación de la Orquesta Sinfónica de Entre Ríos en La Vieja Usina. Fue en el marco del programa Por primera vez en el concierto, instrumentado por la Secretaría de Cultura de Entre Ríos. “Nunca habíamos escuchado la orquesta, fue hermoso”, dijo una vialense.
La Orquesta Sinfónica de Entre Ríos (OSER), dependiente de la Secretaría de Cultura, realizó este sábado su quinta presentación de la temporada 2024. Un gran marco de público fue más allá de los límites de la capacidad del Centro Cultural y de Convenciones La Vieja Usina para disfrutar de una noche de concierto que rindió homenaje al compositor, probablemente más reconocido e interpretado del mundo, Piotr Ilich Tchaikovsky.
Bajo la batuta del director artístico de la Sinfónica, Luis Gorelik, la actuación tuvo su momento culminante con la participación como solista del pianista Hugo Schuler. Los aplausos extendidos siguen sellando el camino de una agrupación sinfónica cuya historia se remonta a más de 75 años.
El evento inició puntualmente a las 20.30 con el Mtro. Gorelik dando la bienvenida a los presentes entre los que se encontraba el secretario de Cultura de Entre Ríos, Fabián Reato. El director se encargó de reseñar la primera obra que se interpretó, y de agradecer el apoyo de la Casa de Rusia en Paraná así como la presencia de las autoridades de la Casa de Rusia en Buenos Aires, y también al público presente.
Desde Viale
La gala contó con la presencia de espectadores de la ciudad de Viale, quienes por primera vez pudieron ver y escuchar a la OSER. Su participación se enmarca en el programa Por primera vez en el concierto, que lleva adelante la Secretaría de Cultura de la provincia con el propósito de promover la asistencia de personas que no hayan tenido la posibilidad de concurrir a una función de la orquesta. La intención del programa es llegar a todos los entrerrianos, ya que hay muchos habitantes de la provincia que todavía no han podido disfrutar de la Sinfónica.
“Nunca habíamos escuchado la orquesta, fue hermoso”, dijo Itatí de 39 años, quien pertenece a la Banda de Música del Centenario de la Municipalidad de Viale. Una opinión similar es la de Roberto, de 54 años, quien viajó con su familia y consideró que fue “muy bueno el concierto”. Dijo: “Yo toco el trombón en una banda de música popular y se aprende mucho al venir y poder escuchar”. En tanto, Milagros, de 18 años, comentó que algunas obras las había escuchado de niña. Asistió con altas expectativas, pero la orquesta las sobrepasó. Entusiasmado, Juan Cruz, de 10 años, integrante de la Banda del Nido de Viale, quiso dar su opinión: “Me gustó un montón el piano”, remarcó. El niño concurrió con Vanina, su madre, que manifestó emoción por la experiencia vivida.
Los espectadores de Viale se trasladaron en un vehículo proporcionado por el Ministerio de Desarrollo Humano. Las visitas de grupos de otras localidades se coordinan con municipios y comunas.
Noche de tributo
El repertorio musical comenzó con las Suites de los ballets La bella durmiente (tres movimientos), y Cascanueces (cuatro movimientos); las dos piezas musicales más esperadas por los niños y niñas presentes en la sala, muchos de ellos sentados en los pasillos. La gala finalizó con el Concierto para Piano y Orquesta N° 1 Op. 23.
“El concierto estuvo auspiciado por la Casa de Rusia en Paraná, y por ello pensamos que a través de la música del más grande compositor ruso de todos los tiempos se rinde tributo a la enorme tradición musical rusa, presente en nuestro país desde hace más de un siglo”, dijo Gorelik acerca de la elección del programa.
Específicamente, señaló que las suites de los ballets Cascanueces y La bella durmiente representan la cumbre del estilo teatral de Tchaikovsky, quien era, por sobre todo, un músico escénico. “Su mirada es siempre coreográfica y plástica. Esto puede apreciarse no solo en sus obras para ballet u ópera, sino también en sus sinfonías”, agregó. Con respecto al Concierto para Piano N° 1, “por el contrario, representa uno de los más acabados ejemplos de música concertante, en la cual el piano dialoga con la orquesta a través de tres movimientos encadenados, que transitan desde un apacible y melancólico comienzo hasta un apoteótico final en el cual utiliza varios ritmos propios de la música folklórica rusa”, remarcó.
El Director Artístico de la Sinfónica, quien se desempeña como tal desde el 2010, se refirió a Tchaikovsky como “uno de esos músicos que transitó por veredas opuestas: el folklore de su país natal por un lado, y la gran música europea, por el otro, logrando una síntesis única dentro de la tradición musical sinfónica”.
La magia del piano
En la majestuosa velada el piano tuvo un lugar central en el escenario, esperando a ser ejecutado por el destacado músico Hugo Schuler, solista invitado, distinguido con los mayores galardones en los principales concursos de piano del país. Se ha presentado en importantes salas de concierto internacionales como en Alemania, Holanda, Polonia, España, Italia y Bélgica. Como solista lo ha hecho junto a destacadas agrupaciones tales como la Bruckner Akademie Orchester (Múnich), Orquesta Sinfónica Nacional Argentina, Orquesta Filarmónica de Buenos Aires, mostrando su cercanía con la gran tradición romántica al interpretar obras claves del repertorio, incluyendo conciertos para piano y orquesta de Brahms, Liszt y Chopin.
Si bien el pianista ya había trabajado junto Gorelik, esta es la primera vez que se presenta junto a la Sinfónica de Entre Ríos. “De hecho, es la primera vez que visito la ciudad”, expresó sobre su presencia en Paraná. “Tenía mucha expectativa por este concierto; una velada monográfica sobre un gran compositor como Tchaikovsky, en la que se pudieron escuchar varias de sus obras más memorables, sin dudas una propuesta muy atractiva para el público asistente”, sostuvo.
Schuler interpretó con pasión junto a la OSER el Concierto para Piano y Orquesta N° 1 Op. 23. El pianista expresó: “Sin dudas una de las obras más célebres del romanticismo y del repertorio concertante para piano”. En esta línea, agregó que en esta pieza el piano juega un papel preponderante, asumiendo distintos roles a lo largo de la obra. “Muchas veces ejerce un rol protagónico, en otros momentos provee de un acompañamiento a la orquesta, y en otras tantas ocasiones se establece un diálogo entre piano y esta última (o grupos orquestales específicos), con rápidas idas y vueltas de ideas musicales entre ambos. Podríamos decir que este concierto representa una de las culminaciones del romanticismo musical, con su gran cuota de exuberancia y virtuosismo”, sostuvo.