La sexta edición del Festival Internacional de Cine de Entre Ríos (FICER) dio inicio a las actividades especiales con el desarrollo del taller Naranjas Sagradas, realizado en la sala Rubén Noble del Instituto Autárquico Audiovisual (IAAER).
Con cupo completo, el espacio formativo impulsó un punto de intercambio, diálogo y reflexión entre el cine y el mundo literario, atravesado por la escritura.
El cineasta Gustavo Fontán y la novelista Gloria Peirano desandaron interrogantes sobre los motivos que promueven la pasión por la escritura. Su vínculo con el territorio, las raíces de los estímulos iniciales y el recorrido de transformación hacia un guion o una novela.
“Siempre es rico hacerse esas preguntas. Detectar cuál es el origen de una escritura. Dónde están esas imágenes que son el germen de eso que se va a escribir. Cómo modificamos esta cuestión de no pensar en el afuera, sino de qué escribo y de qué tengo para escribir”, destacó el director de La orilla que se abisma. “Plantear esta pregunta y ver qué sucede con esta pregunta siempre me resultó muy potente y genera dinámicas de atención y de participación”, detalló.
“La relevancia de un laboratorio de escritura literaria tiene que ver con tratar de acercarse, reflexionar e introducirnos hacia la propia escritura. Y desde allí profundizar sobre qué significa específicamente la escritura literaria, cuáles son sus alcances y cómo se puede trabajar en ella y con ella”, explicó Peirano, autora de Miramar y de Las escenas vacías. “Un consejo para quienes sienten interés en la escritura es que escriban, porque escribir se aprende escribiendo, por el arte de escribir por escribir”, afirmó. “No se escribe sobre algo, se escribe absolutamente”, agregó.
En modalidad taller, Peirano indagó por los diversos elementos que motorizan y ponen en funcionamiento la escritura. Problematizó sobre la complejidad del deseo verdadero de escribir y la trascendencia de lo personal y lo autobiográfico. Además, analizó la importancia del tiempo y la distancia para el análisis del lenguaje como materia prima para la escritura de una novela o un poema.
A su turno, Fontán destacó la necesidad de pensar y poner en cuestión que cuando hablamos de una escritura audiovisual no nos referimos a una sola cosa. “Lejos de las perceptivas y los dogmas, deberíamos pensar de qué manera las palabras se articulan o pueden articular la sombra de una película”, reflexionó durante el laboratorio que finalizó con un ejercicio abierto para las personas inscriptas. Durante su intervención, el director de La casa y El limonero real, explicó que la escritura audiovisual no tiene un origen, una primera necesidad o un primer paso. “Aprender a escribir audiovisual es aprender a mirar. Y eso es infinito, porque lo que hay frente a los ojos es inagotable”, argumentó.
La relevancia del FICER
Talleres, charlas, laboratorios y diálogos interdisciplinarios son parte de la intensa agenda de actividades especiales de la sexta edición del FICER. “Es un festival hermoso, muy fiel a sí mismo a lo largo de estos años. Muy fresco y muy maduro, de una gran vitalidad, que incluye estos espacios de reflexión, para pensar entre todos, más en un contexto tan crítico para el cine argentino como el actual”, expresó
“La relevancia tiene que ver con la diversidad del público -afirmó Peirano- es un festival de cine que de forma simultánea promueve talleres, como este hermoso espacio que dimos conjuntamente con Gustavo (Fontán), donde se pone en juego que la escritura literaria se relaciona con toda escritura, y eso amplía a las escrituras en sí mismas”, fundamentó.
Más actividades especiales
La reconocida cineasta Celina Murga desarrollará este sábado un taller de actuación frente a cámara, denominado Habitar la incertidumbre. Con cupo completo, la instancia formativa se traduce en un punto de encuentro de experiencias compartidas sobre las fortalezas y debilidades de la herramienta actoral en el mundo audiovisual.
Por su parte, el actor y productor Agustín Gagliardi encabezará, también el sábado, un entrenamiento actoral llamado Las formas de la actuación, con el objetivo de explorar el cuerpo como herramienta fundamental y desarrollar la disponibilidad física y emocional en la ficción. La finalidad, a través de prácticas teatrales, es la construcción de un personaje que evolucione o se transforme en un texto dramático.
Las productoras de proyectos artísticos Alejandra Ruiz y Luciana Zylberberg coordinarán una propuesta pedagógica destinada a las infancias, que promueve el acercamiento al cine a través de experiencias vivenciales, lúdicas y perceptivas. El taller se realizará el sábado en el CPC e incluye la proyección de una serie de cortos infantiles de George Méliès, Charles Chaplin, Buster Keaton, Laurel y Hardy, presentada por el proyecto Jugando con el Cine.
El FICER es organizado por el Gobierno de la Provincia a través de la Secretaría de Cultura y el Instituto Autárquico Audiovisual de Entre Ríos (IAAER). Para más información y el detalle de la programación, se puede ingresar a www.ficer.com.ar o seguir al Festival en redes sociales a través de @ficerok