Se celebró la vida y el legado de la escritora entrerriana en el 110 aniversario de su nacimiento. Participaron referentes de la literatura gualeya. Fabián Reato, secretario de Cultura de Entre Ríos, destacó su obra y “el valor literario de su palabra”.  

La Casa de la Cultura Museo Quirós de Gualeguay fue el lugar de encuentro para celebrar la vida y el legado de la escritora gualeya Emma Barrandéguy, al cumplirse el 8 de marzo 110 años de su nacimiento.

El sábado por la noche se concretó la convocatoria, la segunda después de la realizada el jueves 7 en la Biblioteca Provincial de Entre Ríos, en Paraná, organizada por la editorial independiente Camalote y la Secretaría de Cultura de la Provincia.

El homenaje en su tierra fue pura emoción, recuerdos, reconocimiento y anécdotas que desencadenaron tanto la risa del público y como la añoranza. Reunió a personas cercanas, de su círculo íntimo, que compartieron su amistad y la pasión por la literatura, como así también otras que la conocieron como vecina gualeya, que caminaba por las calles con su cabello enmarañado y charlaba de cuestiones cotidianas.

“Esa era Emma, alguien común que escribía de manera maravillosa las cosas que veía y sentía”, fue uno de los comentarios que se escuchó entre el público que llenó la sala ubicada en calle Alem 157.

Entre el grupo de sus allegados, estuvieron las escritoras Tuky Carboni y Elsa Serur de Osman, quienes leyeron poesías del libro Dialecto de la noche, publicado recientemente por la Editorial de Entre Ríos (EDER), y dieron testimonio de la cercanía, los tiempos compartidos y el afecto que las unía a la autora gualeya. También estuvo Daniel González Rebolledo, escritor y amigo de Barrandéguy, al que allegados directos señalaron durante el encuentro como “el más amado por Emma, el elegido”, y Alejandra Cordero, escritora y titular de la librería Papelucho, quien dijo que mantuvo charlas en los últimos tiempos de la autora gualeya, quien falleció en 2006. “Era políticamente incorrecta, frontal”, posición que mantenía con coherencia en su vida, recordó.

Con el apoyo de Papelucho, una librería legendaria que comenzó en 1968 en la ciudad, y la Secretaría de Turismo, Cultura y Deportes de la Municipalidad de Gualeguay, se presentó la coedición de Amor Saca Amor, obra teatral con la que Barrandéguy ganó su primer Fray Mocho en 1970, coeditada recientemente por Camalote y la editorial porteña Aguaviva.

Participaron del homenaje, la ministra de Desarrollo Humano de la provincia, Verónica Berisso; el Secretario de Cultura de Entre Ríos, Fabián Reato; el director de la Editorial de Entre Ríos y de la Biblioteca Provincial, Manuel Arlettaz; la intendenta de Gualeguay,  Dora Bogdan, y la secretaria de Turismo, Cultura y Deporte, Florencia Fernández. El homenaje contó con la coordinación de Fernando Kosiak, titular de Camalote, quien informó sobre la convocatoria Aquí nos reúne la poesía. Se trata de una invitación realizada a nivel nacional a enviar poemas en homenaje a Emma Barrandéguy, que será antologado en el libro a publicarse a mitad de año por las editoriales entrerrianas Camalote y Monte.

“Su obra literaria es valiosa por sí misma”

La apertura del acto estuvo a cargo de Fabián Reato, junto a Manuel Arlettaz. Ambos agradecieron la posibilidad de participar del homenaje y de presentar el libro Dialecto de la noche, parte de una selección de seis obras de escritores entrerrianos.

“Soy admirador de toda su obra, del valor literario de su palabra”, dijo el secretario de Cultura, quien contó que desde muy joven comenzó a leer algunos libros de la autora y que terminó de maravillarse cuando conoció la novela Habitaciones.

“Su obra literaria es valiosa por sí misma, más allá de cualquier otra característica de ella, de su forma de vivir; más allá de que reivindicamos su libertad, el amor y la pasión con los que vivía”, agregó, al referirse a interpretaciones de su literatura y a encasillamientos e identificaciones, que se realizan en oportunidades, con definiciones propias de la autora. “Su obra literaria es valiosa por sí y supera cualquier momento y circunstancia”, remarcó.

Escribía como vivía, siempre lo hacía sobre sus experiencias, sobre lo cotidiano. “La esencia de la literatura es la forma como está contada una historia y es lo que logró Emma en sus libros”, sostuvo Fabián Reato y añadió: “(El hecho que) nos convoque aún después de su muerte, que la sigamos sintiendo cercana, novedosa y actualizada y que nos siga sorprendiendo, significa que era una gran escritora y que su vida y obra van a perdurar”.

Luego se abrió la participación a escritoras del consagrado semillero literario gualeyo y al colectivo Escritoras de Gualeguay.

Recuerdos

La emoción creció notablemente cuando Elsa Serur y Tuky Carboni leyeron poesías y palabras de homenaje. Tuky Carboni la definió como su “madre literaria”, habló de ella conmocionada y con una gran ternura, recordó las horas previas a su fallecimiento y el momento final en el que la acompañó sosteniendo su mano junto a una sobrina de la escritora.

Antes, Tuky se había referido a un soneto que le dedicó Barrandéguy en el que develaba la atracción y el amor que sentía por ella. Seguidamente, leyó uno propio, en el que ella le contestaba con todo su afecto de amiga.

La noche terminó con los recuerdos revividos, la emoción y un cerrado aplauso.